Pocas actividades convocan y apasionan tanto como el deporte. Por eso cada pueblo o atesora los recuerdos más destacados de su vida deportiva. En esta ciudad existe un privilegiado en la historia del fútbol y del básquetbol, un hombre que sobresalió en ambas disciplinas y fue protagonista de momentos trascendentes e inolvidables del deporte local. Se llama Esteban «Chopa» Panasiuk, en los tiempos que se jugaba por la camiseta llevó muy lejos el nombre de Oberá. Dueño indiscutido durante muchos años de la numero 9 en las selecciones obereñas de fútbol y básquetbol, jugó en varios equipos y fue parte de hechos que aún están presentes en la memoria colectiva.

Como jugador participó en el seleccionado obereño de fútbol que en 1973 llegó a las semi finales del recordado torneo «Beccar Varela»; también integró el equipo que en 1974 le ganó a Posadas por primera vez en un Provincial de Básquetbol. En Oberá, durante años fue el símbolo del Club Vanguardias en básquetbol y de Libertad en Fútbol, además jugó en el gran equipo del Club Bartolomé Mitre de Posadas del Nacional de 1975.

Como director técnico, en 1986 dirigió a O.T.C. en la Liga Nacional B de Básquetbol, y en 1997 entrenó a Ex-Alumnos 185 en parte de la exitosa campaña en el Argentino B de fútbol. Notable futbolista y basquetbolista, destacado entrenador y dedicado Profesor de Educación Física, «Chopa» es sinónimo de deporte.

¿ QUE FUE LO QUE APARECIO PRIMERO, LA PELOTA DE FUTBOL O DE BASQUETBOL ?

«Primero fue el fútbol, y como cualquier chico de esa época, lo único que hacíamos era jugar a la pelota. En nuestro barrio, Loma Porá, tuvimos la suerte de tener la famosa canchita de la capilla Cristo Rey, de donde salieron varios cracks. Me acuerdo que era la eterna pelea con los padres. Ayudar a la vieja en las cosas de la casa o al viejo en el taller, porque nunca quisieron  que me dedique al fútbol. Pero las ganas y la pasión por el deporte fueron mas fuertes. Me acuerdo que cuando jugaba en Libertad, el presidente Stadler me pasaba a buscar por la esquina y me escapaba. Hoy eso no pasa, los padres apoyan más a sus hijos en el deporte».

¿ CUANDO EMPEZO CON EL BASQUETBOL ?

«Tenía 13 años y unos compañeros me llevaron al Centro Recreativo Juventud, que no existe más. Yo no tenía ni idea de cómo agarrar la pelota, pero siempre tuve ganas de jugar. En el básquetbol tenía otro espíritu que en el fútbol, era más aguerrido, más luchador. En el fútbol era más frío y me destacaba por presencia, por otras cosas. Pero cuando jugaba al básquetbol me transformaba».

¿ LA CARRERA DE EDUCACION FISICA FUE LA MANERA DE SEGUIR LIGADO AL DEPORTE ?

«Cuando terminé la secundaria no sabía muy bien qué hacer, como les pasa a casi todos los chicos. Después, por la relación con Pepe (Martinez), me decidí por Educación Física. Pepe tenía una beca y ya había hecho un año de la carrera, yo también conseguí una beca y me fui a estudiar a San Bernardo, Buenos Aires. Ahí tuve grandes profesores que habían sido destacados jugadores de fútbol y básquetbol, como Finguer, que llegó a ser entrenador de la selección. A ese nivel aprendí muchas cosas que pude aprovechar cuando volví a Oberá».

MUCHOS COINCIDEN QUE POR SUS CONDICIONES FISICAS PODRIA HABER JUGADO PROFESIONALMENTE ¿ POR QUE NO SE DIO ?

«Tuve varias oportunidades para jugar al fútbol o al básquetbol, pero elegí volver. Por intermedio de Finguer jugué dos años al básquetbol en Ateneo de la Juventud y tenía otras posibilidades, incluso jugué varios partidos de pretemporada en River Plate. En esa época allá estaba Damasceno López, el brasilero que fue técnico del seleccionado de Misiones y de Oberá. Es más él me decía que tenía que probar para jugar al fútbol en River. Otra posibilidad llegó por la amistad con algunos compañeros de estudio que estaban jugando al fútbol, como Larrubia y León Martinez (fue preparador físico de Independiente de Avellaneda). Ellos me invitaron a practicar y empecé a entrenar con la primera de Ferro Carril Oeste. Pero justo estaba en la etapa final de mi carrera y decidí darle prioridad a los estudios. Después me recibí y volví a Oberá».

¿ TIRABA MAS LA TIERRA ?

«Tiro más la tierra… y bueno. Acá se dio el caso del «Lobo» Fischer. El nos conseguía las entradas y con Pepe muchas veces fuimos a ver los partidos de San Lorenzo, en esa época también estaba el «Polaco» Fontana que llegó a jugar en la primera de San Lorenzo».

DEPORTIVAMENTE ¿ CUALES SON LOS MOMENTOS QUE MAS RECUERDA ?

«Los momentos más trascendentales fueron con el seleccionado obereño del 73, que llegamos a jugar semifinales del Campeonato Argentino «Beccar Varela». Fue una campaña muy recordada, especialmente los partidos con Río Cuarto, que perdimos allá 4 a 2 y 2 a 0 acá. Eso quedo en la historia del fútbol Misionero. Otro gran momento fue participar con Mitre en el Nacional del 75, haber jugado contra River, Newwells, Racing, Talleres, Rosario Central».

¿ EN QUE MOMENTO PENSO: YO PODIA ESTAR JUGANDO EN ALGUNO DE ESOS EQUIPOS ?

«Por ahí podría haber jugado en uno de esos equipos y no se dio, pero no me arrepiento en lo más mínimo de lo que hice. Un día hablamos con Piluncho (Lindstrom) y decíamos que nos equivocamos de tiempo, por ahí si hubiéramos aparecido ahora estaríamos jugando en el fútbol profesional. En nuestra época era muy difícil, había que tener padrinos para llegar».

APARTE ERA OTRO FUTBOL, SIN TANTOS INTERESES NI PRESIONES

«Si, hoy los tiempos son otros. El fútbol avanzó tanto que se apresuran las etapas evolutivas de los chicos y uno no sabe si eso es bueno o es malo. Hoy un chico de 16 años ya está jugando en primera, y no sabes si está maduro para asumir esa responsabilidad».

SI HABLAMOS DE BASQUETBOL ¿ QUE  RECUERDOS SE DESTACAN ?

«Todo lo que logramos con el seleccionado de Oberá, como el primer Provincial que le pudimos ganar a Posadas en Montecarlo. Creo que esa fue una de las satisfacciones más importante, eso marco el comienzo para Oberá y después ganamos tres campeonatos más. Otra alegría fue participar en el seleccionado de Misiones, una satisfacción para un jugador del interior. También tengo 7 campeonatos argentinos, ahí se empezó a marcar la importancia de los jugadores del interior. Aparte jugar en Buenos Aires fue una gran experiencia porque acá era todo más improbisado y allá más táctico, mas trabajado. Eso me enriqueció como jugador, como persona».

¿ CUANTO VALE EL APOYO DE LA FAMILIA EN TANTOS AÑOS DE VIDA DEPORTIVA ?

«Muchísimo. Si no tenés apoyo de la familia, sobre todo de tu mujer, no se puede rendir al máximo. Uno aprende a convivir y por suerte siempre tuve el apoyo de la flaca. Mi mujer tuvo muchas contemplaciones conmigo y eso ayudó mucho en mi carrera, porque si uno tiene una excelente mujer detrás, no llega. Por todo eso estoy eternamente agradecido a mi esposa».

UNA CARRERA COMO PROFESOR DE EDUCACION FISICA Y ENTRENADOR

Como Profesor de Educación Física y entrenador, Chopa tiene el mismo reconocimiento que se ganó como deportista. Dirigió recordados equipos en los intercolegiales y siempre fue muy dedicado a sus alumnos. «Los intercolegiales en nuestra época eran muy distintos, había una competencia muy importante y se trabajaba de otra manera. Yo les comentaba a mis colegas que íbamos a entrenar fuera de los horarios escolares. Entrenábamos los domingos a las 8 de la mañana».

¿ CUALES SON LOS MEJORES RECUERDOS COMO ENTRENADOR ?

«Como técnico y preparador físico viví una época muy linda con el O.T.C. en la Liga Nacional B del año 86. En ese equipo jugaba «Fino», Joe Manley, Willy (Lescano). Empecé como preparador físico y cuando se fue el técnico me llamaron para para que dirija. Llegamos muy lejos y fue muy lindo. En fútbol tengo el recuerdo con Ex Alumnos 185 en el Argentino B, que empezamos muy bien y terminamos de una manera un poco desagradable. Pasa que el hincha es demasiado exitista, cuando ganas, vienen y te palmean, pero en las derrotas hasta te amenazan de muerte. Igual le estoy agradecido al Club Ex-Alumnos 185 porque fui jugador, preparador físico y técnico, y es de esos clubes que, por su importancia y trayectoria te brindan buenos antecedentes en el trabajo. Por ahí el técnico es el culpable de las derrotas, pero muchas veces hay que aguantar a un técnico para que lleguen los resultados. Igual siento una gran satisfacción por haber integrado ese proceso».

ETERNO GOLEADOR

A pesar que doblaba en edad a muchos de sus rivales en la LIFA, Chopa fue un goleador temible y colaboraba para que su equipo esté primero en el campeonato. «Jugué casi 20 años estos campeonatos, primero con los veteranos en San Antonio y hace varios años con los Docentes en la Liga de Profesionales, uno por la edad me sumaba para colaborar pero después me cargaba las pilas y me ponía a entrenar como si tuviera 20 años. Hoy ya estoy como Director Técnico de los Docentes y hemos logrado varios campeonatos».

LOS EQUIPOS IDEALES DE CHOPA

Chopa se prestó al juego periodístico y pensó un rato para elegir a sus equipos ideales en los cuales compartió grandes momentos. No fue fácil, ya que tenía que incluirse a sí mismo y dejar afuera a grandes jugadores. Su equipo de fútbol quedó integrado por Luis Chichizola, en el arco, Leopoldo Benítez y Carlos Zuetta en el fondo, en el medio «Cuervo Zuetta», «Piluncho» Lindstrom y «Pelego» Ap, adelante Samuel Villagra, Abel Fontana; Federico Horster y Chopa. Así sumó 10 nombres si dudar, pero para armar un equipo compensado le faltaba un defensor y prefirió que falte uno a poner al primero que le venía a la mente. En el básquetbol, el quinteto ideal quedo así: Chopa, «Pichon» Sfeir, «Willy» Lescano, Joe Manley y el gran «Finito» Gehrmann.

TRAYECTORIA EN EL BASQUETBOL

Su comienzo fue a los 13 años en el Centro Recreativo Juventud, cuya cancha funcionaba en la calle Córdoba de Oberá. Después participó de los Torneo Intercolegiales que se realizaban en la zona y los entrenamientos los efectuaba en el Centro de Educación Física de la provincia que funcionaba en Oberá, en ese entonces el profesor era Andrés Quetglas. Fue en el colegio secundario que aprendió los fundamentos técnicos del básquetbol, luego siguió sus pasos en el Club Vanguardias Obreras Católicas, ya desaparecido.

Con 16 años, Chopa comenzó a jugar en primera. Participó de 9 torneos nacionales con la selección de Misiones. También ganó varios torneos provinciales con la selección de Oberá. En 1972 mientras estudiaba en Buenos Aires integró el equipo de Ateneo de la Juventud, también estuvo en River Plate.

En Posadas realizó el servicio militar y formo parte del conjunto de Jorge Gibson Brown en Posadas. Cuando el Oberá Tenis Club estaba en la Liga Nacional B en 1986 integró el equipo, una parte como jugador y otra como entrenador, en el que por ejemplo jugaban «Finito» Gherman, entre otras figuras. También se desempeñó como entrenador en el Mini Basquetbol del Club Vanguardias Obreras Católicas y técnico de las divisiones cadetes y juveniles de la Asociación de Empleados Municipales de Oberá en la Liga Provincial de Clubes. A fines de los 90 se hizo cargo de la Asociación Obereña de Básquetbol con la realización de varios torneos de primera y maxi.

TRAYECTORIA EN EL FUTBOL

Esteban Panasiuk empezó a jugar al fútbol en el Club Atlético Libertad y a los 16 años formó parte de la primera división, prácticamente terminó su carrera futbolística en este club. Claro que para colgar los botines debieron pasar muchísimas temporadas, cargadas de anécdotas y donde siempre se destacó por su incansable entrega física. Pasó por el seleccionado obereño con el que llegó hasta la semifinal del Torneo Argentino «Beccar Varela» en 1973.

Además jugo en Defensores de Salto, provincia de Buenos Aires. En 1974 pasó a Mitre donde ganaron tres campeonatos posadeños y clasificaron para el nacional. Mientras realizaba el servicio militar se incorporó al Club Brown de Posadas. Se graduó domo Director Técnico Nacional de Fútbol, y como tal, dirigió Libertad, Ex-Alumnos 185, River de Villa Bonita y Atlético Oberá, hoy es Director Técnico de los Docentes en la LIFA de Oberá.

Por Daniel Villamea